Música de José Daniel Zúñiga Zeledón y letra de José Joaquín Salas Pérez

Se trata de una canción infantil cuyo fin es la preparación para la vida diaria. Habla de los beneficios que trae el jabón a la salud de las personas y de los buenos hábitos de higiene.

La canción tiene forma ternaria: A (en re mayor), B (en si bemol mayor) y C (en fa mayor), con da Capo. Esta distribución tonal le da un interés especial. La música es simple y con un carácter muy alegre. Muy adecuada para el trabajo de rondas infantiles o juegos de manos.

Entre el corpus escogido para este disco del libro Época de oro de la canción escolar costarricense (Camacho y Quesada, 2004), hay siete canciones que solo presentan la melodía con la letra. Por eso mismo, el investigador solicitó a expertos la realización de los acompañamientos. De esta canción se presentan dos versiones: en la primera, el acompañamiento fue realizado por M. M. Katia Guevara Rojas y, en la segunda, por los Bach. Allan José Vargas Carranza y Luis Gustavo Araya Arce.

Caña dulce

Música de José Daniel Zúñiga Zeledón, letra de José Joaquín Salas Pérez

Es una de las canciones emblemáticas del repertorio costarricense pues ha sido arreglada para innumerables conjuntos musicales y ha sido grabada en muchísimas versiones. Además, ha sido enseñada en las instituciones educativas por muchas generaciones. En este disco, se interpreta la versión original que se puede encontrar en la mayoría de las ediciones más antiguas  (por ejemplo en Zúñiga, 1944: s.n.p.) con algunos detalles del editor en la parte final.

Describe la visión de mundo del campesino costarricense quien es feliz solo con saber que tiene su tierra para cultivar la caña, una compañera y una casa para convivir. Cumple esto con la visión de mundo que se crea a partir de la letra del Himno Nacional que identifica al costarricense como “labriego sencillo”, que prefiere la vida simple y humilde del campo en contraposición a la vida mundana y viciosa de la ciudad (Amoretti, 1995: 68s.). Se ensalza la humildad como un valor cristiano superior (Amoretti, 1995: 65). El narrador habla de un lugar y un tiempo ideales para cuando viva con su mujer y florezcan sus cañales. Con eso será el hombre más feliz y no tendrá nada que envidiar (locus amoenus).

La música tiene ritmo de danza con una melodía simple, sin dificultades especiales, pero con un acompañamiento instrumental bastante elaborado incluyendo en él, al violín (violín obligato) que hace un contracanto en la sección B (re mayor). La forma de la canción es A-B da capo.

Música de José Daniel Zúñiga Zeledón, letra de José Joaquín Salas

Es una canción para dormir a una niña. La melodía y la letra tienen un carácter tierno y amoroso. Al igual que de la canción anterior, se presentan dos versiones. La realización pianística, realizada por M. M. Katia Guevara complementa, muy adecuadamente, el carácter de la canción. En la otra versión, se amplía la canción con una introducción muy lenta y, en la canción propiamente, se hace un acompañamiento con un ritmo “apasillado”, es decir, que dé una sensación de pasillo.

La canción está en fa mayor y tiene forma binaria. La armonía utiliza solo los acordes de I, IV y V. Debe ser lenta pues su objetivo es inducir a una niña al sueño.

Música de José Daniel Zúñiga Zeledón, letra de José Joaquín Salas

Es un homenaje a la madre en la que el narrador rememora sus años de niñez, años en los que la madre lo consolaba y mimaba en los momentos difíciles. Eleva a la madre a la categoría de dios al que hay que adorar. Es importante recordar que, sobre todo en cantos escolares, madre equivale, muchas veces, a patria.

Es una barcarola lenta, que tiene forma A-B-A-coda. Está en fa mayor con una modulación a la relativa menor en la sección B. Para la interpretación, el autor incluye una gran cantidad de signos de expresión dinámica.

Música de José Joaquín Ureña Morales, letra de Carlomagno Araya López

Hay en el disco algunas poesías que tratan sobre lugares ideales, lugares fantásticos en los que se puede ser (o se fue) feliz. Es lo que, en teoría literaria, se llama “locus amoenus”. Precisamente, en esta canción, el narrador canta a su casa natal. Narra que en ella vivió sus primeros años en gran felicidad. Dice también la tristeza que siente por ver el deterioro físico de la casa a la que guarda gran agradecimiento y a la que desea descansar cantando sus madrigales.

El ritmo, de pasillo, acompaña muy bien la letra a pesar de que, según los familiares del autor (Chacón, 2015: contacto vía correo electrónico), la poesía no fue pensada para una canción. Como todo pasillo, tiene una parte B en la relativa mayor. La melodía tiene un sentido ascendente dando énfasis a algunas palabras específicas como casita y mente. La tonalidad original es re menor, sin embargo, para facilitar su interpretación, dado que la tesitura es muy amplia, en el disco se ha transportado a do menor.

Música de Víctor Manuel Sanabria León, letra de José Joaquín Salas Pérez

Un ejemplo más del “locus amoenus” en una canción que describe el transcurrir del arroyo a través del campo, entre bosque, hondonadas, lirios y juncales. El arroyo es un personaje amigo de los niños y los vientos que sigue su camino hasta el confín.

También es un pasillo de carácter alegre en el que la música acompaña muy bien a la letra. Está en mi menor con forma ABA con la tradicional modulación en B hacia la relativa mayor. Marco Tulio Alpízar (2014, 82) recomienda su utilización para la concientización de los problemas ambientales, el calentamiento global y la importancia que tienen los cursos de

Música de José Daniel Zúñiga Zeledón, letra de José Joaquín Salas Pérez

El narrador cuenta que ha visto la triste vida del boyero quien sufre las injusticias de la vida y la sociedad. El pobre boyero ha sufrido la muerte de su madre y de sus bueyes y vive una vida de miseria en una cabaña en la montaña. La canción tiene forma A-B-C-A-B y en la sección central, en la que modula a sol mayor, el narrador hace una oración pidiendo a Dios que alivie las penas del boyero en el seno de un hogar. Es posible encontrar esta misma temática en novelas de la primera mitad del siglo XX como Juan Varela, de Herrera García, o canciones como La noche buena de Vargas Calvo. Una canción adecuada para el estudio de la literatura que denuncia de exclusión social.

La música es lenta, de carácter apesadumbrado que refleja el ánimo del boyero. La melodía presenta intervalos difíciles y es muy aguda. La tonalidad original es re menor pero, para esta edición, se ha transportado a do menor con el fin de facilitar su interpretación. Alpízar (2014: 85) la recomienda como audición para trabajar el tema del boyeo, la carreta y el buey como patrimonio intangible de la humanidad, como lo decretó la UNESCO el 5 de noviembre de 2005. Además, por las dificultades que presenta para el canto, recomienda su estudio solamente por estudiantes con una buena preparación vocal.

Música de José Daniel Zúñiga Zeledón, letra de Marco Tulio Castro

Describe al yigüirro, el ave nacional, que es un personaje importante en el imaginario costarricense. Con su canto, acompaña las faenas de los trabajadores del campo y de la ciudad. Existe la creencia que el yigüirro, cuando canta, está pidiendo al Cielo que envíe la lluvia y que éste le complace para beneficio del agricultor. En parte, la canción habla de ésto.

Tiene forma A-B-C-D-A y está en do mayor. La música es descriptiva y combina dos tipos de ritmo con lo que le da mayor interés: en las tres primeras secciones utiliza el ritmo de compás compasillo, en la cuarta hace una interesante variación a un vals en mi bemol mayor, para volver al compasillo en la última sección. Otro detalle interesante es la sección C que tiene una parte silbada que alterna con una cadencia del piano en la bemol mayor en la que indica: “ad libitum (imitando el canto del yigüirro)”.

Música de Tertuliano Mora, letra de Marco Tulio Castro

Trata de un personaje juvenil y simpático que trabaja vendiendo leche. Él está muy satisfecho del producto que vende, ya que es obtenido de las mejores vacas y, además, lo que vende genera salud y bienestar. Narra su día de trabajo y el ambiente en el que se desenvuelve. Habla también del amanecer y de la alegría con que lo esperan todos para entregar la leche.

La canción tiene forma A-B-A y está en re mayor. Entre A y B, incluye un silbido como el que podría hacer un lechero llamando cuando llega a dejar la leche. Puede ser útil para trabajar los ritmos de corchea con puntillo y semicorchea y el tresillo. También, por su carácter y por su ritmo, es útil para la realización de juegos de manos y rondas infantiles.

Música de Roberto Campabadal, letra de Lisímaco Chavarría

Una canción ambientada en el puerto de Puntarenas, con el mar, la espuma y su vida. Habla de los marineros, de las mujeres del puerto, los marimberos y parte de la dinámica que se desarrolla ahí.

La música combina varios géneros. Es una habanera que cambia varias veces de ritmo durante la pieza. Por ejemplo, la introducción es alegre e indica “Evocando a la marimba tica”. En otros momentos, la música se hace más enérgica pero, cuando el texto habla de una morena sensual, la música se hace mucho más cadenciosa. Tanto la melodía como el acompañamiento presentan grandes dificultades técnicas.

Música de Julio Mata, letra de José Joaquín Salas Pérez

Pasodoble que hace una alabanza a España como la “madre patria”. Habla con admiración de ella como la cuna del idioma castellano, la tierra del Cid y del Quijote. Además, destaca sus buenas naranjas y su vid (en alusión al buen vino). España ocupa un lugar especial en el imaginario costarricense y el paso doble es un baile muy popular. En especial, en la ciudad de San Ramón.

La tonalidad original es do menor pero, para esta edición, se ha transportado a la bemol menor para facilitar su interpretación ya que es muy aguda. La canción, desde su enérgica introducción, evoca la música española y tiene forma A-B. En B modula a la paralele mayor. La melodía no presenta saltos importantes por lo que es adecuada para ser cantada por los estudiantes de todos los niveles. El acompañamiento del piano sí tiene algunas dificultades especiales.

Música de Julio Fonseca, letra de José Joaquín Salas Pérez

Un tributo a la ciudad de Heredia, la ciudad de las flores, como cuna de hermosas mujeres y varones. Heredia es un cantón eminentemente cafetalero y, por lo eso, la canción habla de la labor de recolección del café.

La canción es una marcha muy alegre (en la partitura indica Marcha one-step) cuya versión original está en si bemol mayor pero, en esa tonalidad, presenta grandes dificultades  para el cantante. En primer lugar, la tesitura original es demasiado amplia. En segundo lugar, la dicción del texto es sumamente compleja. Por tales razones, la marcha se transportó a do mayor y en la sección central se ha sugerido un meno mosso retomando el Tempo I en la reexposición. La parte de piano también implica grandes dificultades pues es notorio que se trata de la reducción de la versión para banda. Con la realización de estas modificaciones, la obra se torna más accesible para ser interpretada por un mayor número de personas.

Música de José Daniel Zúñiga Zeledón, letra de José Joaquín Salas

Como su título lo indica, es una oración cantada para iniciar las labores del día en la escuela. En ella, se invoca a Dios para que guíe a los maestros en su labor y que, con ella, llenen sus aulas de ciencia, amor y bondad.

La música, muy melodiosa, es serena y se repite varias veces por lo que es de fácil aprendizaje. El acompañamiento, realizado por M. M. Katia Guevara Rojas, ha sido planeado para que pueda ser interpretado por cualquier maestro de música o cualquier aficionado al piano.

Música de José Daniel Zúñiga Zeledón, letra de José Joaquín Salas Pérez

Canción infantil a dos voces que insta a bailar y cantar ya que la danza es un juego que da a los cuerpos “gracia y vigor”. Según la canción, danzando la vida se pasa muy bien y provoca el anhelo de vivir en un mejor mundo.

 Su forma es Introducción-A-B-A-Coda. Está en sol mayor modulando en la parte B a la dominante (re mayor). Tiene una extensa coda en la que introduce acordes poco utilizados en la música escolar. Esto le da un interés especial. Además de ser una canción muy útil para el inicio del canto a dos voces, la canción se presta para montar una coreografía, sobre todo, aprovechando la extensa coda.

Música de Alcides Prado, letra de José Joaquín Salas Pérez

Es una canción infantil que hace un homenaje a la naturaleza y le ofrece tributos a las flores, a los pájaros y a las mariposas.

Es un alegre vals en do mayor que utiliza el silbido en los estribillos. Tiene forma A-B-A-C-A. Muy adecuado para el canto por sus intervalos sencillos, su melodía contagiosa y su carácter alegre. Es posible pensar una coreografía o un juego de manos para esta canción.

Música de José Daniel Zúñiga Zeledón, letra de José Joaquín Salas

Canción infantil de preparación para algunos valores superiores. Estimula el combate a la murmuración y que, en vez de esta, que se utilicen palabras de amor y de bien.

La música es muy tranquila y adecuada para que la canten todos los estudiantes desde los más pequeños. El acompañamiento de piano, realizado por M. M. Katia Guevara Rojas, está pensado para que lo puedan ejecutar profesores de música de todos los niveles o aficionados.

Música de José Daniel Zúñiga Zeledón, letra de José Joaquín Salas Pérez

Poesía triste que describe cómo, al igual que los marineros se van de sus pueblos a vivir a otras tierras y otros mares, los ideales de la vida, los ensueños, se van marchando y ya no retornan. Todo es visto desde la “playa” de la vida del observador que narra en primera persona.

En el libro Época de oro de la canción escolar costarricense (Camacho y Quesada, 2004: 239) solo aparece la melodía de la canción con la letra. La adaptación del acompañamiento del piano con ritmo de habanera es obra de M. M. Katia Guevara Rojas. La canción tiene forma A-B-C-D donde A y D son partes de piano solo. Está en la menor con modulación, a partir de C, a la paralela mayor. El carácter de la música es triste, al igual que la letra.

Letra y música de Miguel Ángel Hidalgo Salas

Las tres canciones que se han incluido en este disco de Miguel Ángel Hidalgo, son dedicadas a la madre. En Musa mía, narrado en primera persona, invoca a la madre como faro para que guíe sus pasos. Debe recordarse la relación madre-patria que se hace en muchos de los himnos patrios y en las canciones escolares (Amoretti, 1995: 38). La canción, que es un bolero, inicia con un recitativo libre, luego viene la canción, con forma A-B, en do mayor con la utilización de una armonía cercana a la música de baile. Muy adecuada para el canto en todas los niveles escolares y colegiales por su tesitura y porque es una melodía sencilla.

Música de Alcides Prado, letra de José Joaquín Salas Pérez

Describe un ambiente marino, muy tranquilo en el que el narrador cuenta a su amada cómo se desliza su barca por el estero con total serenidad mientras él y su bote sueñan con ella.

Es una canción a dos voces con ritmo de barcarola en la que El ritmo de la canción evoca, claramente, el movimiento del bote en el agua. No tiene grandes dificultades técnicas para la voz ni para el piano por lo que es adecuada para el aprendizaje del canto a dos voces.

Letra y música de Miguel Ángel Hidalgo Salas

Vals romántico dedicado a la madre. En él, el autor expresa lo importante que es la figura materna en los momentos difíciles de la vida. Además, pide a Dios que no permita que aflicción alguna afecte a su madre.

Tiene forma AB iniciando en mi menor y finalizando en la relativa mayor.

Letra y música de Miguel Ángel Hidalgo Salas

Es, quizá, la canción más popular del repertorio ramonense. Un himno a la madre que ha sido cantado por muchas generaciones. Habla de una mujer anciana que tiene los cabellos blancos y arrugada la frente y, sin embargo, es la más bella de todas las mujeres. Es posible hallar aquí la relación madre-patria en la tercera estrofa en la que el personaje ofrece su amor y su vida a la madre y le hace un himno.

La canción es una habanera en sol menor muy libre que podría interpretarse, también, como un bolero.

Música de José Daniel Zúñiga Zeledón, letra de Edwin Salas Bermúdez

Describe algunos detalles del puerto de Golfito y el trabajo de los hombres que laboran para la compañía bananera. Inicia con una poética descripción de la naturaleza y de cómo es el amanecer en el puerto de una cálida mañana con su tranquilidad, los pitos de los barcos y los botes, todo narrado en tercera persona.

La canción está en si bemol mayor y tiene forma A-B. La primera parte es un son a una voz, la segunda parte, es una habanera a dos voces. La realización del acompañamiento de piano fue realizada por M. M. Katia Guevara Rojas.